Bruselas pone en jaque a los estancos: menos puntos de venta y más restricciones

La nueva estrategia europea contra el tabaquismo podría transformar por completo el modelo de negocio de los estancos en España y Europa.
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El canal estanco podría estar ante el mayor punto de inflexión de su historia reciente. La Comisión Europea está valorando una reforma importante de la regulación del tabaco que incluye tres medidas clave. Se trata de aumentar la edad mínima de acceso a los productos del tabaco, reducir drásticamente el número de puntos de venta y suprimir los incentivos comerciales para su distribución.

Aunque por el momento no se ha traducido en una propuesta legislativa concreta, el debate está sobre la mesa y forma parte del proceso de revisión de la Directiva de Productos del Tabaco (TPD) y de la Directiva de Impuestos Especiales. Ambas normativas definen las reglas de juego para la venta de tabaco en los Estados miembro, y su reforma podría alterar de forma significativa el ecosistema del retail vinculado a esta categoría de producto.

Un modelo bajo presión

En países como España, donde la venta de tabaco está fuertemente regulada y concentrada en una red de 12.800 estancos con licencia, cualquier cambio de este tipo tendría un impacto directo sobre miles de pequeños negocios y trabajadores autónomos. Además, afectaría a la recaudación fiscal, a la logística de distribución y al control del mercado.

Según datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos, el canal estanco representa una fuente relevante de ingresos fiscales, además de una garantía de trazabilidad y cumplimiento de la normativa sanitaria.

Experiencias europeas y objetivos sanitarios

El precedente de países como Hungría o los Países Bajos, donde ya se ha restringido el número de minoristas autorizados, muestra que la medida puede reducir la exposición al tabaco entre los jóvenes, especialmente cuando se aplica junto a otras políticas de salud pública. Sin embargo, también señala la importancia de acompañar estas restricciones con un control eficaz para evitar que el canal legal pierda cuota frente a vendedores no autorizados o digitales.

La Comisión Europea enmarca estas propuestas en una estrategia más amplia de lucha contra el tabaquismo, que incluye medidas fiscales, de marketing y de acceso. Su objetivo es proteger a los grupos más vulnerables, como los jóvenes. Y esto sitúa al canal estanco en el centro de un debate que afecta directamente al futuro del retail regulado en Europa.

Un futuro por redefinir

La reforma también plantea la eliminación de incentivos comerciales para los puntos de venta, una medida que podría afectar a los ingresos complementarios que algunos estancos reciben por parte de marcas o distribuidores. Además, se estudia aumentar la edad mínima de compra, actualmente fijada en 18 años, a 21 o incluso 25 en algunos escenarios.

Estas propuestas llegan en un momento de transición para el canal estanco. Como ya hemos analizado en TNR News, el sector está apostando por diversificarse hacia productos alternativos, servicios financieros, paquetería o artículos de conveniencia. Y también por tecnología y digitalización para adaptarse al nuevo consumidor.

El nuevo escenario regulatorio podría acelerar esa transformación, pero también obliga a redefinir el modelo de negocio tradicional del estanco en Europa. El retail especializado en tabaco podría vivir una reconversión que lo aleje de su función original para convertirse en un canal de conveniencia, proximidad y servicios.

La última palabra la tiene la Comisión Europea. Tendremos que estar pendiente de su decisión para saber qué futuro le depara al retail estancos.

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