El escaparate, ese espacio que se limitaba a mostrar maniquíes y carteles, está cambiando de papel. Y empieza a hablar. Pero ¿cómo son los nuevos escaparates?
La evolución de la cara visible del comercio urbano es una de las transformaciones más evidentes del retail físico. En las principales capitales del mundo, desde Tokio hasta Nueva York, los escaparates están experimentando con tecnologías como pantallas LED de gran formato e incluso experiencias de realidad aumentada. Todo con el mismo objetivo: reconectar con un peatón que va por la calle con prisa, mirando el móvil y con mil distracciones.
Tokio, pionera en interacción urbana
Una de las primeras experiencias de escaparate interactivo en Japón fue la instalación “Looks” en la tienda Ainz & Tulpe, en Shibuya. Este escaparate estaba automatizado y mostraba más de diez tipos de rostros japoneses a la moda, que reaccionaban a los movimientos y expresiones faciales de los transeúntes. Al seleccionar uno de los rostros, el sistema ofrecía cupones, consejos de maquillaje e información personalizada en el idioma del usuario, detectado mediante reconocimiento facial. El objetivo era atraer al público internacional y mejorar su experiencia de compra en una tienda especializada en cosmética.
Otras marcas en Asia están trabajando en nuevas formas de señalización urbana. En Shanghái, por ejemplo, se han desplegado soluciones de digital signage inteligente que adaptan el contenido en función de variables como la hora, el clima o la densidad de tránsito peatonal. Aunque no son escaparates tradicionales, estas pantallas muestran por dónde puede ir el retail visual urbano.
Escaparates más inteligentes
En Estados Unidos, proyectos como BrandXR están trabajando con retailers para convertir sus escaparates en soportes de realidad aumentada. La idea es convertir una vitrina en una experiencia inmersiva que el usuario puede activar con su móvil. Los resultados son prometedores: hasta 11 veces más engagement y un 60% más de visitas a tienda en algunos casos.
En Singapur, la tecnología de señalización digital basada en IA está empezando a usarse en zonas comerciales para adaptar los mensajes en tiempo real. Según el proveedor Scala, el objetivo es que las pantallas exteriores puedan emitir contenido segmentado según el momento, ayudando a las tiendas a maximizar el impacto del mensaje en el punto justo de contacto.
Además, plataformas como Loook.ai permiten convertir pantallas exteriores en escaparates interactivos activados por sensores. El contenido se lanza automáticamente al detectar presencia, sin necesidad de apps ni pantallas táctiles, lo que facilita una experiencia más fluida y accesible para el peatón.
Pero no todo es cuestión de brillar más. El nuevo escaparate también quiere ser más inteligente y recopilar datos. Algunas soluciones permiten medir cuántos peatones se detienen, durante cuánto tiempo miran y qué contenido genera más reacción. Información muy valiosa que puede integrarse en dashboards omnicanal y servir para tomar decisiones rápidas.
Más creatividad para las nuevas pantallas urbanas
Y no todo es tecnología. El escaparate del futuro también evoluciona en narrativa visual. En las principales flagship stores del mundo, los equipos de visual merchandising están creando instalaciones que parecen más arte que venta. Apuestan por escaparates cinéticos, storytelling? visual, contenidos sincronizados con redes sociales o eventos en directo. Todo suma en una estrategia que busca emocionar y diferenciarse.
Lo que está claro es que el escaparate, como elemento de comunicación urbana, vive un momento de rediseño. La digitalización, el dato y la creatividad se combinan para recuperar ese espacio entre la tienda y la calle como punto de contacto estratégico.
Los nuevos escaparates están tomando las calles. Algunos todavía siguen estáticos, pero otros ya están hablando. Y el consumidor está escuchando.
