FaaS, el modelo que convierte la comida en servicio

La suscripción alimentaria personalizada gana fuerza como nueva fórmula de conveniencia, fidelización y salud en el retail.
FaaS FaaS
Web de HelloFresh, que ofrece cajas semanales con ingredientes y recetas

La alimentación, como tantas otras categorías del consumo, se está adaptando a la lógica del servicio. Lo que antes era una compra puntual o una rutina semanal en el súper, hoy evoluciona hacia una experiencia planificada, digitalizada y personalizada. Bajo el concepto de “Food as a Service (FaaS)”, están emergiendo nuevos modelos que cambian la forma de acceder a la comida: menús completos listos para calentar, kits de ingredientes para elaborar recetas paso a paso, cajas de fruta y verdura directa del productor, etc.

El término FaaS adapta al mundo alimentario la lógica de modelos como el Software as a Service (SaaS) o el Mobility as a Service (MaaS). Se trata de una oferta flexible, recurrente, personalizada y centrada en la experiencia del usuario. No hablamos de vender comida simplemente, sino de ofrecer una solución completa, adaptada al estilo de vida del consumidor actual y potenciada por el dato.

Y es precisamente esa combinación de personalización, conveniencia, salud y tecnología la que está impulsando la popularidad de estos servicios. ¿La clave? Una propuesta que ahorra tiempo, mejora la alimentación, reduce el desperdicio y genera una relación más estrecha entre marca y consumidor.

Más allá del «delivery» puntual: una suscripción personalizada

En el nuevo retail, el FaaS se ha consolidado como un modelo que va mucho más allá del e-commerce tradicional. Hablamos de propuestas alimentarias planificadas, recurrentes y personalizadas que se adaptan al estilo de vida del consumidor. Y que, además, fidelizan, generan ingresos predecibles y reducen el desperdicio.

Los datos respaldan el crecimiento del modelo FaaS. El mercado global de meal kits alcanzó un valor de 17.440 millones de dólares en 2023 y se prevé que roce los 38.810 millones en 2029, con un crecimiento anual del 14,26%, según el informe Global Meal Kit Market Analysis Report 2024-2029.

El modelo más conocido es el de las cajas semanales con ingredientes y recetas, como HelloFresh o Gousto. En estos servicios, el usuario elige el número de comidas, el tipo de dieta y la franja de entrega. Después, recibe en casa todo lo necesario para cocinar platos variados y equilibrados.

Pero el FaaS incluye también opciones de comida ya preparada y lista para calentar, como las que ofrecen Wetaca o MenuDiet en España, o Sunbasket y Purple Carrot en EEUU.

Personalización, salud y comodidad

Lo que hace potente este modelo es su capacidad para adaptarse a las necesidades individuales de cada consumidor. Muchas de estas plataformas permiten definir objetivos (perder peso, ganar masa muscular, seguir una dieta vegana…), elegir preferencias alimentarias, excluir ingredientes o ajustar porciones.

Además, el auge del bienestar y la conciencia alimentaria han impulsado este tipo de servicios entre personas que buscan comer mejor sin perder tiempo en planificar menús ni hacer la compra.

Y el dato se convierte en el motor de la propuesta: cuanto más se usa el servicio, más se afina la personalización.

Ventajas operativas y de negocio

Para los operadores, el FaaS ofrece diferentes beneficios. Por una parte, genera ventas recurrentes. También aumenta el ticket medio y, además, permite optimizar el aprovisionamiento, lo que reduce el desperdicio. Incluso permite integrar recomendaciones personalizadas y modelos de suscripción flexibles que se adaptan a distintos perfiles de cliente.

En el backstage, la eficiencia logística, la calidad del packaging y la capacidad de ajustar la oferta en tiempo real son claves para escalar y retener usuarios. No es casual que muchas de estas compañías estén invirtiendo en dark kitchens, centros logísticos propios o herramientas de predicción de demanda.

DTC? con frutas y verduras

Aunque los kits de receta y las comidas preparadas son los formatos más populares, el modelo FaaS también se desarrolla entre productores que venden directamente al consumidor. Es el caso, por ejemplo, de CrowdFarming, que permite recibir fruta y verdura ecológica de temporada con suscripción. Agroboca también ofrece cajas semanales de producto fresco. Además, iniciativas como Oddbox, en Reino Unido, suman el componente de sostenibilidad al ofrecer fruta y verdura «rescatada» del desperdicio.

Estas propuestas también se basan en la recurrencia, la personalización y el servicio. Porque el consumidor no compra sólo productos, también recibe una experiencia planificada y adaptada a sus necesidades. Una fórmula que gana cada vez más adeptos entre quienes buscan una alimentación saludable, responsable y sin complicaciones.

El FaaS se consolida así como un modelo híbrido entre retail, e-commerce y bienestar, con el dato como motor y la personalización como promesa.

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