Ni el tipo de motor ni la marca de siempre. El nuevo comprador de coches está rompiendo con todo lo anterior. Según el informe «What Car Buyers Want» del Boston Consulting Group (BCG), sólo el 50% de los conductores que no tienen un vehículo eléctrico repetirán este tipo de propulsión en su próxima compra. Y apenas un 40% de los encuestados en Europa y EEUU planea volver a comprar su marca actual.
Son cifras que desmontan verdades asumidas en el retail de automoción. La fidelidad ha dejado de ser la norma. Las reglas del juego están cambiando y los fabricantes tradicionales deben adaptarse a una nueva realidad donde el cambio es la constante. Estas son las señales que lo confirman.
El impulso eléctrico se acelera
El 71% de los actuales propietarios de vehículos eléctricos (BEV por sus siglas en inglés: Battery Electric Vehicle) quiere repetir con otro coche que funcione con la misma propulsión. En cambio, sólo la mitad de los conductores de coches térmicos o híbridos planea seguir con ese tipo de motor.
La satisfacción con los BEV es alta, y entre los jóvenes, la adopción crece rápido. En EEUU, sólo el 10% de los menores de 30 años descarta un BEV, frente al 39% de los mayores de 60.
El principal freno sigue siendo la percepción (errónea) sobre tiempos de carga, autonomía o coste. Marcas como BMW o BYD ya están rompiendo esos mitos con nuevas tecnologías de carga ultrarrápida y modelos eléctricos por debajo de los 25.000 euros.
Por lo tanto, a medida que la infraestructura mejora y los precios bajan, la adopción de BEV seguirá ganando terreno.
La fidelidad a la marca se esfuma
Como adelantábamos al inicio de este reportaje, en Europa y EEUU, sólo un 35% o 40% de los conductores planea repetir marca. Ese porcentaje desciende en China hasta apenas un 10%.
La consecuencia de esta tendencia es que los fabricantes ya no pueden confiar en la lealtad como escudo. Hay que competir cada vez en cada coche, con producto, servicio, experiencia y ecosistema. La presión es mayor para marcas tradicionales, que ven cómo las nuevas generaciones prefieren propuestas frescas y digitales.
Además, el informe revela otro dato clave: la edad media del comprador de coche nuevo en EEUU y Europa ronda los 50 años, mientras que en China está en la treintena. Eso significa que el cambio generacional está ya en marcha en Asia, pero a punto de acelerarse también en los mercados occidentales. Y ese cambio viene con menos apego a las marcas clásicas.
Los coches chinos ya no son una excentricidad
Otra de las señales de transformación del retail de automoción que señala el BCG tiene que ver con el origen de los coches: entre el 10% y el 20% de los consumidores europeos y el 7% de los estadounidenses están abiertos a comprar un coche de marca china. En mercados como Brasil, esta cifra se dispara al 36%.
China ya exporta casi 5 millones de vehículos al año, con precios competitivos, fuerte inversión en tecnología y marcas como BYD, Chery o Great Wall ganando terreno. Así que los fabricantes que no se preparen para este nuevo competidor global pueden quedarse atrás.
La conducción autónoma ya no asusta tanto
La encuesta del BCG también destaca que el 79% de los conductores que ya usan funciones de conducción automatizada las consideran útiles. Incluso entre quienes no las usan, casi la mitad reconoce su valor.
En China, más del 60% aceptaría subirse a un taxi 100% autónomo. En EEUU y Europa la apertura es menor, pero crece poco a poco. En este campo, las barreras no son tanto tecnológicas como emocionales, ya que muchos consumidores simplemente disfrutan de conducir.
Lo digital revoluciona el «cómo» se compra
Por último, pero no por ello menos importante, es que el 31% de los encuestados están dispuestos a comprar su próximo coche 100% online, sin verlo en persona. Entre los jóvenes de 18 a 30 años, el porcentaje sube al 44%.
Además, ganan peso los servicios digitales en el vehículo (navegación, actualizaciones OTA, integraciones con Android, Apple o sistemas propios) y también las recomendaciones en redes sociales. En algunos países, las decisiones de compra se toman más por TikTok que en el concesionario, como ya está pasando también en otros campos de la industria del retail.
