El Black Friday 2025 cae en viernes, 28 de noviembre. Una fecha que ya no es sólo una cita en el calendario: es el instante en el que el retail español comprueba si sus decisiones de precio, stock y medios han sido las correctas. Lo que antes era un día de descuentos hoy es una coreografía de dos semanas que arranca antes, se mide al minuto y termina condicionando la Navidad. En esta pieza mapeamos el ritmo real de la campaña desde 14 días antes para aterrizar un plan que dé resultados.
Un viernes que empieza el lunes anterior
Ya se sabe que el Black Friday no es cosa de un solo día. El consumo llega escalonado: primero aparecen las búsquedas de “cuándo es” y “a qué hora empieza”, luego las listas de deseos, más tarde la comparación de precios y, por fin, la compra. En la tienda física, el efecto se nota en colas a media tarde y en la recogida de pedidos en BOPIS? desde el mismo viernes por la mañana. En online, el tráfico nocturno rompe cualquier predicción; a las 00:00, los carritos de la compra se disparan y los equipos técnicos necesitan estar muy pendientes de que todo funcione correctamente.
Se sabe que habrá pico, pero es importante conocer dónde y cuándo. Por eso conviene pensar el Black Friday como una pista de despegue: aceleras los catorce días previos, mantienes el rumbo en el propio viernes y, si todo va bien, vuelas hasta Cyber Monday (lunes 1 de diciembre) con el inventario todavía bajo control.
Dos semanas antes de Black Friday
De los días 14 al 10 antes de Black Friday, se fija el marco del partido. El retail que llega con deberes hechos ya ha definido mínimos de precio por categoría, ha blindado sus SKUs críticos y ha consolidado un feed de producto limpio para no malgastar presupuesto de Retail Media?. En la tienda física hay que estar preparados para cuando haya mucha gente: refuerzos en probadores, rutas de reposición más cortas, señalización para recoger online sin bloquear la entrada. Todo lo que no esté claro ahora será caos después.
Una semana antes: encender los canales
Aunque el email, la app y los pushs se utilizan como amplificadores de las ofertas, hay que saber leer sus ritmos. Quien segmenta bien puede adelantar la oferta sin fatigar a su base de datos: recordatorios suaves a quienes ya interactuaron con la marca en otoño, notificaciones contenidas en las horas con mejor conversión y silencio deliberado en franjas saturadas. En paralelo, la logística también debe estar a punto: se debe asegurar la capacidad de entrega y activar puntos de recogida si fuese necesario. Entregar a tiempo define tu marca.
5 días antes de Black Friday: ensayo general
Los mejores Black Friday se ganan con los simulacros. Caídas controladas de la web, kill switches para desactivar creatividades que pueden quemar un SKU escaso, pruebas de checkout con métodos alternativos,… Y algo también muy importante: saber cuánto cede el margen antes de que el volumen compense. En esta ventana funcionan especialmente bien los regalos: bundles, packs que elevan el ticket y tarjetas regalo que adelantan caja sin cargar almacén.
Dos días antes de Black Friday: precisión
Llega la hora de afinar pujas por franja en Retail Media, ajustar la exposición por categoría y poner límites por usuario donde el fraude puede ser tentador. La atención al cliente se rearma con autoservicio (FAQ vivas, macros actualizadas) para que los equipos no se conviertan en centralitas. En las tiendas debe quedar muy claro el rol de cada uno: quién controla colas, quién desbloquea TPVs, quién se ocupa de devoluciones preventivas y quién es “primer interviniente” si algo se tuerce.
Black Friday 2025: el minuto a minuto que no se improvisa
El viernes empieza a medianoche, pero no todos los públicos compran igual. Quien compite con moda rápida mide la temperatura a las 00:00; quien vive en electrónica detecta picos al mediodía; alimentación y gran consumo repuntan por la tarde. Por eso conviene entrar al día con un guion claro:
- Madrugada: A las 00:00 se comprueba que la web y la pasarela aguantan y se toma el primer pulso a los datos, tanto al ROAS como al porcentaje de añadidos al carrito. No es momento de cambios bruscos; es comprobar que todo responde.
- Mañana: Llega el ajuste fino. Se retocan pujas y creatividades en las categorías calientes y, en tienda, la apertura se mide por algo muy simple: colas que fluyen y recogidas en tienda sin fricciones. Si el mostrador de BOPIS se atasca, la experiencia se resiente aunque el precio sea imbatible.
- Tarde-noche: El objetivo es resistir sin regalar el margen. Se protegen los top sellers, se cuida el stock crítico y se activa el plan B si hace falta: reordenar entregas, abrir puntos de recogida o redirigir pagos si una vía se complica.
Nada de esto funciona sin lectura de los datos para no engañarse con el retorno, conversión por dispositivo, y un mapa de calor de incidencias que priorice qué corregir antes de que se transforme en comentarios negativos en las redes sociales.
Después de Black Friday: reputación y caja todavía están en juego
El fin de semana viene una segunda oportunidad de ventas. Es recomendable hacer ajustes de precio quirúrgicos, reposiciones selectivas para salvar Cyber Monday y una decisión clave: extensión o cierre. Extender por extender sólo fatiga; si la propuesta no cambia, mejor cerrar con buena nota y preparar un aterrizaje suave con devoluciones fáciles y comunicación clara. El cliente recuerda menos el descuento y más cómo lo trataste cuando algo falló.
Qué cambia en este Black Friday 2025
Este año la conversación de precio convive con otras dos: confianza y sostenibilidad. El consumidor llega informado y detecta enseguida el “precio inflado”. La transparencia en el “antes” y “ahora”, la trazabilidad de descuentos y la coherencia entre canales ya no son un plus. En paralelo, la presión por reducir huella empuja a optimizar los embalajes, consolidar rutas y ofrecer puntos de recogida bien integrados.
Lo que hay que tener claro es que el Black Friday no se gana sólo el viernes: se gana dos semanas antes con decisiones de precio, stock, medios y operación que permiten llegar a medianoche con la casa ordenada.
