Retail resiliente: ¿cómo se prepara la industria ante el cambio climático?

Olas de calor y lluvias torrenciales obligan al retail a adaptar sus espacios, operaciones y cadenas de suministro.
retail resiliente ante el cambio climático retail resiliente ante el cambio climático

Tiendas que cierran por calor extremo, entregas que no llegan por carreteras anegadas, costes energéticos disparados… El impacto del cambio climático sobre el retail es una realidad que la industria tiene que afrontar.

Un estudio de la Universidad de Mannheim y el Banco Central Europeo estima que los fenómenos extremos vividos este verano —olas de calor, sequías e inundaciones— provocarán en Europa un coste de más de 126.000 millones de euros de aquí a 2029. España figura entre los países más afectados, con unas pérdidas estimadas de 12.200 millones este 2025 y hasta 34.819 millones para 2029.

Sólo por sequías, el daño económico en España se calcula en 10.700 millones este año y 27.600 millones a medio plazo. Y todo ello sin contar los incendios forestales, que podrían añadir pérdidas aún mayores.

Esto sólo es el principio. Así que la pregunta pertinente ya no es si el clima afectará al retail, porque está claro que lo hace. La cuestión es cómo prepararse para que el cambio climático no detenga el negocio.

Hay que tener en cuenta que la exposición del retail a estos fenómenos es total. Desde el punto de venta hasta el almacén, pasando por cada eslabón de la cadena de suministro. Los efectos se notan de forma simultánea y a distintos niveles. Y en todos los casos, exigen respuestas urgentes.

Riesgos físicos, operativos y de consumo

Los efectos del clima se manifiestan en distintos niveles. Por un lado, están los riesgos físicos: tiendas afectadas por tormentas o incendios, redes logísticas bloqueadas, problemas de abastecimiento… Por otro, están los problemas operativos: costes de refrigeración, alteraciones en horarios, plantilla expuesta a condiciones extremas…

Y también está el cliente. Las olas de calor vacían las calles, disparan la compra online y alteran los patrones de consumo. Un modelo de tienda física que no contemple esta nueva realidad, queda fuera de juego.

Adaptarse empieza por medir

El primer paso es entender el riesgo. Y algunos países ya están ayudando a su industria retail a hacerlo. En Alemania, la asociación HDE ha lanzado HDE-Adapt, una iniciativa que ofrece herramientas prácticas para que los minoristas puedan evaluar su exposición climática y aplicar medidas concretas. Toldos, pavimentos drenantes, sistemas de alerta ante tormentas, etc.

En Irlanda, la consultora SustainabilityWorks ha creado una guía de adaptación para empresas que incluye desde auditorías de vulnerabilidad hasta rediseño de espacios.

Tiendas que resisten

El rediseño arquitectónico también forma parte de esta adaptación. ¿Qué está cambiando? Aparecen techos verdes, materiales resistentes a la temperatura, sistemas de ventilación natural y sombras inteligentes que reducen la temperatura sin aumentar el consumo energético.

Algunos centros comerciales, por ejemplo, están comenzando a replantear su diseño con criterios más sostenibles y resilientes, adaptándose a los nuevos desafíos climáticos. En este proceso, el enfoque ecológico y el diseño responsable cobran protagonismo en la transformación de estos espacios.

El backstage también se transforma

Pero la resiliencia no acaba en la tienda. La cadena de suministro es un punto crítico, cada vez más vulnerable a eventos extremos como inundaciones, sequías o interrupciones del transporte marítimo. Por eso, muchas empresas están empezando a transformar su logística con una mirada climática.

Entre las medidas más comunes están la diversificación de proveedores, el rediseño de centros de distribución para soportar condiciones adversas, el uso de herramientas digitales para anticipar disrupciones y la colaboración estrecha entre operadores logísticos. Según Foro Logística, estas estrategias son clave para fortalecer una cadena de suministro capaz de resistir los impactos del cambio climático sin comprometer la continuidad del negocio.

En ese mismo esfuerzo de anticipación, crece el número de retailers que cruza datos meteorológicos con información de ventas para prever cambios en la demanda. Esta estrategia, conocida como retail meteorosensible, permite ajustar inventario, personal y campañas en función del clima, y será clave a medida que los fenómenos extremos se intensifiquen.

Lo climático como ventaja competitiva

Invertir en resiliencia es algo más que una mera cuestión de responsabilidad ambiental. Es eficiencia operativa. Es reputación de marca. Es continuidad de negocio. Y, sobre todo, es una ventaja competitiva.

El World Economic Forum habla de cadenas de suministro climáticamente resilientes como una de las claves estratégicas de esta década. Por su parte, WTW ofrece a los retailers un listado de medidas prácticas para empezar hoy mismo: desde revisar pólizas hasta reforzar contratos de suministro.

Por lo tanto, la resiliencia climática debe ser tratada como una nueva competencia estratégica en la carrera por la continuidad del retail.

Tendencias. Datos. Voces que lideran.

Cada semana en tu correo

Suscríbete a la newsletter de The New Retail News y recibe las claves
del nuevo retail contadas por quienes lo están transformando.