Rocío Capel tiene clara su convicción: en Casa del Libro, las personas son el centro de la empresa. Como directora de Personas de la compañía, defiende que la gestión del talento puede, y debe, contribuir a construir «un mundo mejor».
“Las personas son el centro de todo. Puede sonar idealista, pero creo de verdad que un mundo mejor se construye a través de las personas”, afirma. Ese “mundo” puede ser la empresa, una tienda o toda una organización. Lo importante, para ella, es que el foco no se pierda nunca de vista.
De generaciones a comunidades: el nuevo mapa del talento
“Más que generaciones, yo hablaría de comunidades de personas”, subraya Rocío. En su cabeza, la organización se parece menos a una pirámide ordenada por edades y más a un mapa vivo de grupos con necesidades muy distintas: personas que están empezando su carrera profesional, mandos intermedios que buscan proyección, perfiles senior que valoran la estabilidad, equipos de tienda con ritmos marcados por la operativa diaria, áreas de sede con una dinámica más analítica o estratégica.
Ese cambio de mirada obliga a repensar cómo se diseña prácticamente todo: desde los planes de formación hasta las propuestas de valor al empleado, pasando por la comunicación interna y el tipo de beneficios que se ponen sobre la mesa. Lo que motiva a una comunidad no tiene por qué mover a la otra, y eso introduce una capa de complejidad que ya no se puede obviar.
“Tenemos que personalizar cada día más: cómo hablamos con cada comunidad, qué le ofrecemos y cómo la acompañamos. Piden cosas diferentes y hay que tratarles de forma diferente”, resume. El reto ya no es gestionar “cinco generaciones”, sino ser capaces de diseñar experiencias de talento mucho más a medida para cada grupo de personas dentro de la misma compañía.
La formación que más se pide: inteligencia artificial como “nuevo becario”
Las demandas formativas que parten de los grupos en los que está al frente Capel, se están desplazando, de acuerdo a su perspectiva, hacia lo digital, y dentro de ese paraguas, hacia la inteligencia artificial, que se ha convertido en protagonista absoluta. No llega desde el miedo, sino desde la necesidad de ganar eficiencia.
“La inteligencia artificial aparece muchísimo en las peticiones. Y no es tanto por miedo, sino por cómo puede ayudarnos a ser más eficientes, a analizar mejor, a tener más capacidad de trabajo”, explica.
La inteligencia artificial puede ayudarnos a ser más eficientes, a analizar mejor, a tener más capacidad de trabajo
Para aterrizarlo, recurre a una imagen muy reconocible: “La IA es un poco como el antiguo becario que te ponían para ayudarte: alguien que te quita carga, que te permite centrarte en lo importante. Ahora intentamos que los equipos la vean así, como una compañera de trabajo”.
Intentamos que los equipos vean la IA como una compañera de trabajo
El objetivo es liberar tiempo para que las personas puedan dedicarse a lo que aporta valor de verdad: el trato con el cliente, las decisiones complejas, el acompañamiento de los equipos. La tecnología asume el trabajo mecánico; las personas se quedan con la parte genuinamente humana.
Lo que más valoran hoy los candidatos
El propósito de la empresa, su reputación como lugar para trabajar y las oportunidades de desarrollo pesan cada vez más en la decisión de un candidato, más allá del título del puesto o del salario.
“Hay personas que se fijan muchísimo en el propósito. En nuestro caso, el propósito y los valores vinculados a los libros y la cultura son una palanca muy potente”, señala Rocío.
La reputación interna sigue siendo determinante. El “¿qué se dice de esta empresa por dentro?” se ha colado en cualquier proceso de selección mínimamente competitivo: “La gente sigue mirando qué se dice de la empresa, si los compañeros la recomiendan como un lugar maravilloso para trabajar. Eso marca mucho”.
Y, cada vez más, la conversación incluye de forma explícita el futuro: “Entro en este puesto hoy, pero, ¿cuál es mi futuro dentro de la empresa?”. Tener un plan de carrera mínimamente definido, o al menos escenarios claros de evolución, se ha convertido en un requisito casi básico para atraer y fidelizar talento.
Los perfiles más difíciles: vendedor omnicanal y experto con “alma de tienda”
Los perfiles más complicados de atraer hoy en el retail, según Rocío Capel, son dos tipos muy concretos: el buen vendedor omnicanal y el especialista que, además, ha vivido la realidad de la tienda.
“Un buen vendedor es ya de por sí un perfil complejo. Si además le pides toda la parte digital, se convierte en un puesto muy reñido y complicado de encontrar”, admite. El rol del vendedor ha dejado de ser únicamente alguien que cobra y repone; ahora se le exige recomendar, crear experiencia, manejar herramientas digitales, entender campañas omnicanal y moverse con soltura entre el mundo físico y el online.
En la sede central el reto se parece, pero cambia de formato. Casa del Libro busca expertos digitales, perfiles financieros, profesionales de recursos humanos o de marketing que sumen una capa extra clave: haber pisado tienda.
“Nos cuesta encontrar personas expertas en su área, digital, finanzas, recursos humanos, marketing, que además hayan estado en tienda, que hayan vivido las necesidades de un punto de venta. Ese plus de haber vivido la tienda marca la diferencia”, subraya.
Nos cuesta encontrar personas expertas en su área que además hayan estado en tienda
Bienestar laboral: más allá del gimnasio, el liderazgo
El plan de bienestar de Casa del Libro es amplio y muy pegado a su propia identidad: gimnasio, plan de retribución flexible, iniciativas específicas, e incluso conferencias con grandes editores y autores que comparten su visión con los equipos.
“Tenemos un plan de bienestar realmente implementado, con muchas iniciativas que la empresa pone a disposición de las personas”, explica Capel. La cultura del libro y la relación con los autores permiten enriquecer ese bienestar con contenidos que van más allá de lo puramente corporativo.
Pero cuando se le pide elegir qué es lo que más bienestar genera en el día a día, su respuesta no tiene que ver con perks ni con infraestructuras: «Fíjate que yo diría que el mejor bienestar te lo da un buen liderazgo”.
Lo que permanece en la memoria de cualquier profesional, insiste, no son tanto los beneficios como las personas que ha tenido al lado. “Lo que recuerdas de una empresa es si has tenido verdaderos líderes, si te han ayudado a conseguir aquello que tú deseabas”. El bienestar, visto así, es sobre todo una consecuencia directa de cómo se lidera.
IA en selección: menos criba, más conversación
La inteligencia artificial ya ha entrado también en uno de los procesos más sensibles del área de Personas: la selección. Casa del Libro ha empezado a utilizarla en las primeras fases, justo donde se acumulan cientos de currículums por oferta y el trabajo manual de filtrado se convierte en un cuello de botella.
Rocío cuenta que acaban de implementar una solución que analiza las candidaturas, y permite liberar una cantidad de tiempo considerable para el equipo de Personas. “Muchas veces el tiempo que dedicamos a hacer la criba de currículums lo podríamos dedicar a hablar con las personas. La IA nos ayuda justo a eso”, resume.
Con la parte mecánica automatizada, las responsables de selección pueden profundizar más en cada conversación, entender mejor las motivaciones de los candidatos, contrastar expectativas y ofrecer una experiencia más personalizada. La tecnología se queda con el trabajo repetitivo; la parte humana se reserva para lo que no se puede automatizar: el encuentro, la escucha y la decisión final sobre quién se suma al proyecto.
Hacia un retail más humano apoyado en la tecnología
El futuro del retail, en la mirada de Rocío Capel, no va de elegir entre personas o tecnología, sino de decidir qué le corresponde hacer a cada una. La IA y las herramientas digitales asumen cada vez más tareas repetitivas y de análisis, mientras que el liderazgo, la gestión del talento y la experiencia del empleado ganan peso como ventajas competitivas.
Personalización por comunidades, formación en inteligencia artificial, planes de bienestar con alma y procesos de selección apoyados en IA forman parte de una misma hoja de ruta: construir empresas donde las personas quieran estar, y quedarse.
