En medio de la incertidumbre global, con tensiones arancelarias y una previsión de enfriamiento del comercio mundial en 2026, dos regiones destacan por encima del resto: África y Sudamérica. En el primer semestre de 2025, ambas lideraron el crecimiento en importaciones, con un incremento interanual del 13,7% y 14,7% respectivamente, según el último informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El dato, más allá de su magnitud, señala una tendencia de fondo que está cambiando las rutas del comercio global: el avance de nuevos mercados como destinos prioritarios para el retail internacional. Así, las regiones emergentes se convierten en terreno fértil para las marcas que buscan crecer frente a las economías desarrolladas, que muestran síntomas de desaceleración y madurez.
Todo apunta a un cambio estructural: el comercio sur-sur gana peso y eso impacta directamente en el retail. Se está configurando una nueva geografía del consumo.
Fiebre importadora: ¿qué hay detrás del crecimiento?
El informe de la OMC atribuye este auge importador a una combinación de factores: desinflación, políticas fiscales expansivas, mejora de ingresos reales y una fuerte demanda de bienes, en particular los relacionados con tecnología y digitalización.
En América Latina, este empuje ha venido acompañado de grandes inversiones logísticas por parte de plataformas como Mercado Libre o Amazon, que están acelerando la capilaridad del e-commerce.
En África, el crecimiento de la clase media, la digitalización de servicios y una mejor conectividad están favoreciendo la aparición de nuevos hubs de consumo. La región también se está beneficiando de un mayor dinamismo comercial con Asia, especialmente China e India, que están reforzando su presencia en mercados africanos mediante acuerdos bilaterales y plataformas logísticas.
Retail global: un ojo en el dato y otro en la oportunidad
Para los retailers internacionales, estos datos suponen mucho más que una estadística. Marcan el pulso de dónde crecerá la demanda en los próximos años. Y ya hay movimientos en esa dirección.
En Latinoamérica, marcas como Decathlon, H&M o Victoria’s Secret han intensificado su presencia este año, con nuevas tiendas y alianzas locales, como ya habíamos contado en TNR News.
En África, el crecimiento es más discreto, pero sostenido. Actores del e-commerce, como Jumia, o marketplaces chinos, como AliExpress, están ganando penetración. Marcas de moda, electrónica y cuidado personal comienzan a testar el terreno a través de modelos digitales antes de dar el salto físico.
El uso estratégico de infraestructuras como zonas francas y bonded warehouses? también está jugando un papel clave en esta fase de aterrizaje.
Desafíos: logística, regulación y adaptación cultural
Expandirse en estas regiones no es tarea sencilla. La logística sigue siendo un gran reto, con infraestructuras desiguales y procesos aduaneros complejos. A ello se suman barreras regulatorias, diferencias fiscales entre países y la necesidad de adaptar la propuesta de valor al contexto local, desde los métodos de pago hasta los gustos del consumidor.
Pero las oportunidades compensan los riesgos. Con poblaciones jóvenes, cada vez más urbanas y conectadas, y una creciente apertura al consumo global, tanto África como Latinoamérica se están posicionando como los nuevos motores del retail global. Y los datos de importaciones del primer semestre de 2025 confirman esa dirección.
