Las marcas propias ganan la Navidad en España

Esta Navidad, las marcas propias se confirman como las grandes protagonistas del retail español.

Tras meses de crecimiento sostenido, los últimos paneles de consumo de Kantar y NielsenIQ muestran que las enseñas de distribuidor ya superan el 50% de la cuota de mercado en gran consumo. Un hito que consolida el cambio de mentalidad del consumidor y sitúa a España entre los países europeos con mayor penetración de marca propia.

Lejos de asociarse únicamente con precios bajos, la marca blanca ha evolucionado hacia un símbolo de confianza, calidad y coherencia. El 64% de los consumidores españoles considera las marcas propias tan o más fiables que las de fabricante, y más de la mitad elige su supermercado habitual precisamente por la calidad de su oferta de marca propia. Y esta tendencia se nota especialmente en esta campaña navideña.

Navidad racional, consumo consciente

Las compras de esta Navidad 2025 llegan marcadas por la prudencia. El gasto se planifica más y el consumidor busca productos que combinen precio ajustado con calidad y cercanía.

Esa ecuación favorece a las marcas propias, que los retailers españoles han llevado a un nuevo nivel.

Por ejemplo, Mercadona consolida su liderazgo con un catálogo cada vez más segmentado y premium. Por su parte, Lidl impulsa sus gamas “Deluxe” para ocasiones especiales. Y Carrefour refuerza sus líneas “Selection” y “Bio”, mientras Eroski destaca por su apuesta local y sostenible.

En conjunto, la campaña confirma que el consumidor español celebra con criterio. Ahora compra menos por impulso y más por convicción.

Estrategia más allá de la crisis

España se mantiene entre los países europeos con mayor peso de marca propia, según la PLMA (Private Label Manufacturers Association), junto a Portugal y Países Bajos, tal y como recoge su último informe sobre el mercado europeo de marca de distribuidor.

Pero el fenómeno va más allá del contexto económico. La marca propia se ha convertido en un activo estratégico para los retailers. Porque fideliza, diferencia y refuerza la identidad de cada enseña frente a competidores globales.

Ahora, el consumidor ya no percibe la marca blanca como una alternativa, sino como una elección segura dentro de su supermercado de confianza. Por lo tanto, las marcas propias son el nuevo estándar del consumo en España.