Amazon refuerza su estrategia logística con un nuevo avance. Esta vez, la innovación no se apoya en drones, algoritmos o almacenes robotizados, sino en un dispositivo que se lleva puesto. Son unas gafas inteligentes que ha comenzado a probar con sus repartidores en Estados Unidos.
Estas gafas, que combinan realidad aumentada con reconocimiento visual y conectividad en tiempo real, están diseñadas para agilizar la ruta del repartidor, reducir errores y minimizar distracciones.
A través de una interfaz proyectada sobre el cristal, el dispositivo muestra en tiempo real información clave como direcciones, ubicaciones de paquetes, número de entregas restantes o cambios de última hora. Todo ello sin que el conductor tenga que consultar el móvil o un dispositivo externo.
«Es como tener el sistema de navegación integrado en la mirada», ha explicado Udit Madan, vicepresidente de Amazon Transportation. La gran ventaja, según la compañía, es que los repartidores pueden mantener la atención en su entorno sin apartar la vista de la carretera ni de sus manos del volante o los paquetes. «Tecnología al servicio de las personas, no al revés», señala el comunicado oficial.
Un asistente visual para cada entrega
La prueba piloto se ha desplegado inicialmente en la región de Denver, donde los resultados están siendo prometedores. Se ha conseguido mayor velocidad en la lectura de direcciones, menor tasa de errores en la entrega y una mejora en la satisfacción de los empleados.
El proyecto forma parte del programa de innovación aplicada de Amazon Logistics, que busca soluciones tecnológicas que ayuden a optimizar la operativa sin reemplazar al factor humano.
En este caso, la compañía ha colaborado con Mira, la empresa de wearables adquirida por Apple en 2023, que ya había desarrollado tecnología para pilotos de aviación y usos industriales. La adaptación al entorno logístico de última milla ha supuesto un nuevo reto: crear un dispositivo ligero, resistente, de uso sencillo y con una batería que aguante turnos completos de reparto.
Carrera global por reinventar la última milla
Este movimiento refuerza la estrategia de Amazon de apostar por la tecnología como herramienta de eficiencia, ya que, en este caso, también lo hace para mejorar la experiencia laboral, un plus que le da ventaja en el debate sobre cómo debe ser el futuro de la última milla: automatización total o mejora de las condiciones humanas. Y el gigante del e-commerce parece haber elegido, al menos por ahora, una vía intermedia: tecnología para empoderar, no para sustituir.
Además, estas gafas llegan en un momento en que la competencia en la última milla se ha convertido en uno de los frentes más intensos del retail global. La carrera por la logística más rápida y eficiente está entrando en una nueva fase: desde los experimentos de Walmart con entregas mediante drones hasta las estrategias de micro-fulfilment y orquestación de flotas con IA en las que trabajan empresas como FedEx o UPS.
A esta ola de innovaciones se suma también el auge de nuevas infraestructuras urbanas de recogida: InPost, por ejemplo, ha anunciado una fuerte inversión para desplegar más de 20.000 lockers inteligentes en ciudades de toda Europa.
También se ven iniciativas en reparto colaborativo, flotas verdes o IA aplicada, pero pocas están poniendo el foco en mejorar el trabajo humano de los repartidores. Por eso, lo de Amazon destaca: no automatiza al repartidor, lo potencia.
En palabras de sus responsables, se trata de construir «una logística más humana, más conectada y más inteligente». Y estas gafas inteligentes podrían ser sólo el principio.
